Los inicios de Educambiando se gestaron dentro de los planes para un proyecto llamado Bioconciencia Educativa, el cual buscaba proporcionar a las escuelas metodología y material didáctico que les ayudara a adaptarse de una mejor manera al nuevo modelo educativo. Cuando el equipo fundador de Bioconciencia Educativa se vio reducido a solo dos miembros, la iniciativa dio un giro y dejó de ser un producto el cual vender a las escuelas, para convertirse en algo parecido a una escuela. Fue entonces que el primer Educambiando vio la luz, como un centro que ofrecía talleres vespertinos alrededor de las ocho inteligencias de Howard Gardner.
Durante esta etapa abundaba la variedad tanto en facilitadores como en talleres, ya que se ofrecía todo tipo de actividades, como gimnasia, arte, cocina, fotografía, y hasta un taller para aprender a ser DJ. Sin embargo, la gran cantidad de sueldos que era necesario cubrir y la baja asistencia a los talleres, hicieron que el proyecto se volviera poco redituable rápidamente. A la par de los talleres vespertinos comenzó otra iniciativa, con el mismo nombre de Educambiando, pero bajo la premisa de “Educación Consciente”, que ofrecía una alternativa a la escuela establecida y por lo tanto tomaba lugar en las mañanas.
Sorpresivamente esta opción comenzó a recibir mucha más atención y asistencia por parte de familias buscando alternativas. Ya que el sostén de las actividades matutinas recaía únicamente sobre los miembros fundadores y no era necesario pagar sueldos extras, este segundo Educambiando rápidamente se convirtió en la mejor opción.
Fue en este momento que el aprendizaje auto-dirigido tocó a la puerta de Educambiando, y se formó un híbrido entre aprendizajes. Todos los días contaban con cinco horas de actividades, las cuales comenzaban y terminaban con una asamblea. De las horas restantes, las dos primeras horas se dedicaban a talleres preestablecidos por los facilitadores, y las últimas dos horas l@s niñ@s tenían la oportunidad de explorar su autodirección a través del juego libre o de cualquier actividad que quisieran realizar. Esta mezcla de dirección con autodirección tuvo gran resultado entre papás y mamás, ya que aparentaba dar la seguridad de proporcionar contenidos tradicionales como matemáticas y ciencias naturales, a la vez permitiendo espacios de juego libre.
Sin embargo, después de casi un año de trabajar así, y tomando en cuenta los principios de la auto-dirección, se volvió evidente que este híbridos no honraba ni al aprendizaje formal ni al autodirigido, y aunque algunos niñ@s se adaptaban fácilmente, otr@s cuant@s experimentaban confusión e incluso frustración. A pesar de estas evidencias, el cambio total hacía la auto-dirección aún generaba aprensión y miedo entre los facilitadores, ya que presentar a papás y mamás con la idea de un modelo completamente auto-dirigido no parecía una tarea fácil.
El cambio hacía la total auto-dirección sucedió cuando Educambiando mudó sus instalaciones hacía el bosque de Rancho Viejo, donde continua hoy en día. Y aunque este cambio radical de sede y de paradigma resultó en la perdida de la mitad de las familias, consolidó a Educambiando como un Centro de Aprendizaje Ágil, volviéndose parte de la red de centros de aprendizaje auto-dirigido a nivel mundial. Además, impulsó la energía hacia una efervescencia total en la auto-dirección.
En las esferas adultas, l@s facilitador@s de Educambiando empezaron a llevar a cabo muchos entrenamientos para capacitar a más facilitador@s. Estos entrenamientos tuvieron lugar tanto en la nueva cede de Educambiando como en otras partes del país, en donde empezaban a emerger nuevos centros. Se impulsó una “Agilizadora”, con la cual se apoyaba a proyectos afines a adoptar herramientas y prácticas del modelo ágil para mejorar su organización. Y semanalmente sucedían laboratorios de autodirección en donde se invitaba a todas las personas que quisieran asistir para explorar su propia auto-dirección. Todas estas actividades lograron que las propuestas y beneficios del modelo ágil se empezaran a hacer visibles en Xalapa y sus alrededores.
De igual manera, en las esferas infantiles del nuevo Educambiando, la auto-dirección también tuvo un gran florecimiento. Al haber pasado ya por los periodos de amplio juego libre para lograr una desintoxicación necesaria, l@s niñ@s comenzaron a crear más proyectos siguiendo sus intereses. Las juntas de cambio y asambleas dejaron de ser completamente dirigidas por l@s facilitador@s, porque l@s niñ@s empezaron a interesarse y a participar cada vez más. Así mismo, los ofrecimientos se ampliaron, y ya no solo venían de los facilitadores si no de l@s niñ@s.
Gracias a toda esta actividad, Educambiando no tardó en convertirse en un centro de encuentro que recibía personas de muchas partes del mundo quienes venían a visitar, a formarse y a observar, posicionándose como un núcleo inicial, no solo para otr@s facilitador@s, sino también para apoyar la gestación de otros centros.
Hoy en día, a cinco años de sus inicios, Educambiando se sigue transformando y va en búsqueda de consolidarse, mas que como un centro de aprendizaje, como una comunidad. Con la llegada de la pandemia algunas cosas cambiaron y otras se detuvieron, las visitas se han reducido considerablemente, y algunos procesos se han visto entorpecidos, sin embargo, las energías siguen fluyendo y los esfuerzos y sus recompensas se hacen visibles.
Cinco años de aprendizaje, cinco años de retos, cambios, aciertos y equivocaciones han formado sin duda un Educambiando resiliente y adaptable. Y más allá del camino recorrido, Educambiando se fortalece gracias a todas las personas que lo han hecho posible. Con su sorprendente cumulo de ideas mágicas, de talentos bulliciosos, de inteligencias coloridas, y de saberes poderosos, han sido y serán siempre las personas alrededor de Educambiando quienes han logrado sostenerlo, modificarlo, adaptarlo, evolucionarlo y ayudarlo a seguir avanzando hacía esos futuros deseados.
Comentarios