En Educambiando hablamos del modelo ágil constantemente. Tenemos tan adoptado este término que solo nos referimos a él como “el modelo”. Y entonces se convierte en el modelo esto, y el modelo lo otro. Pero a ¿Qué nos referimos realmente con “el modelo”? porque cuando hablamos de él realmente estamos evocando algo mucho más grande que un montón de herramientas, o pasos a seguir. Cuando hablamos del modelo estamos hablando de la creación intencional de la cultura. Estamos hablando de integrar cambios en nuestro contexto que nos lleva, literalmente, a cambiar la cultura en la que estamos viviendo.
Este cambio de cultura, cuando nos referimos a Educambiando como un Centro de Aprendizaje Ágil que acompaña a infancias y adolescencias en su aprendizaje, lo podemos observar aplicado a todo lo que tiene que ver con educación y aprendizaje. Por ejemplo, en una escuela existe la cultura donde hay maestras que toman las decisiones y dictan las clases. En cambio, en un ALC, la cultura nos dice que cada persona puede decidir y se tiene que hacer responsable de su propio aprendizaje. En una escuela hay premios y castigos por buenas calificaciones o faltas de respeto. En un ALC, se trata de explorar la agencia personal y las consecuencias naturales. Estos son algunos de los cambios de cultura que observamos y a los que nos referimos cuando hablamos del modelo.
Un resultado de ver de esta manera el modelo es que no solo se puede aplicar en un entorno que trata de cumplir de alguna manera el rol que una escuela tiene en la formación de las infancias. El modelo, si lo tomamos como cambio de cultura, se puede aplicar a todos los contextos donde nos encontramos. Uno de estos contextos, sin duda uno del que no podemos prescindir cuando hablamos de educación e infancias es el de la familia. De esta forma el modelo no solo se queda en el ALC si no que puede viajar a las familias, aunque por supuesto se adapta a las particularidades especificas del contexto familiar. Esta es una breve historia sobre las exploraciones y experiencias que Abi tuvo al intentar llevar el modelo a su propio núcleo familiar para después mostrarle a otras personas cómo hacerlo, con la intención de amalgamar y fortalecer al máximo la creación intencional de la cultura.
Familias Ágiles nació de la necesidad que había de que las familias conocieran el modelo y que también pudieran aplicarlo en sus hogares. Porque el modelo es muy retador e implica hacer mucho trabajo personal, muchas transformaciones de hábitos e ideas fijas, y para acompañar mejor a las familias que estaban llegando a Educambiando era necesario suavizar estas transiciones de alguna manera. En el 2019, Educambiando ya tenía un año operando como ALC, por lo tanto, Gainko y yo como pareja teníamos el mismo tiempo aplicando el modelo en nuestro núcleo familiar. Fue un proceso interno, traerlo a casa, trabajar nosotros como mamá y papá, usar las herramientas, observar la cultura, la forma de hablarnos y organizarnos, de colaborar. Al principio los tableros nos ayudaron mucho. Fue todo un año de integrarlo y de ver que en verdad hubiera coherencia en nuestra familia, para después empezar a ofrecerlo como una práctica.
Primero lo ofrecimos a las familias que ya formaban parte de Educambiando, aunque también vinieron personas externas. Fue un fin de semana presencial donde compartimos sobre nuestra experiencia. Para las familias fue muy revelador ya que descubrieron cosas sobre sus procesos y prácticas, observaron como llevaban las relaciones con sus hijos, hijas y parejas. Nos enfocamos mucho en que se llevaran cosas tangibles, por lo que hicieron prototipos de tableros para después usarlos en casa. Esto nos sirvió mucho porque lo mismo que veían los niños en el centro, también lo veían en sus casas.
Entonces empezamos a viajar y a llevar estas enseñanzas a otros lugares. Fuimos a Bacalar, a Oaxaca y a Hidalgo. La diferencia entre estas experiencias y los entrenamientos para facilitadores era que aquí no entrenábamos a los facilitadores en el modelo sino a las familias. Muchas veces estas comunidades eran grupos de mamás que se juntaban y empezaban a hacer procesos de escuela con sus hijos e hijas sin ser escuela, y estaban en busca de herramientas y prácticas para organizarse y llevar a cabo sus procesos.
Y como en toda historia de los últimos años, entonces vino la pandemia, y Gainko ofreció un tipo de Familias Ágiles completamente virtual a todas las personas que estaban en Educambiando en ese momento. Después alguien de Valladolid nos contactó porque estaba interesada en conocer las herramientas. Tomando la experiencia virtual que Gainko había ofrecido y lo que ya habíamos probado en los talleres presenciales, nació el primer entrenamiento 100 por ciento virtual para esa comunidad en Valladolid.
Y muy poco después creamos nuestro primer curso virtual Familias Ágiles, el cual nos introdujo a la venta de cosas en línea. Grabamos contenido, escribimos manuales, hicimos webinars. Este curso se lanzó como 3 veces, y tuvimos buenas ventas.
En 2022 regresamos a lo presencial. Volvimos a Bacalar y a Oaxaca, a nuevas comunidades, y también visitamos el Estado de México. En 2023 estuvimos en Ciudad del Carmen y en Tulum.
El volver a ofrecer estas experiencias de forma presencial nos llevó a cambiar toda la estructura que habíamos establecido virtualmente. Nos dimos cuenta de que podíamos aplicar la misma metodología de la U que habíamos usado para nuestro curso de facilitadores para organizar mejor los contenidos. Metimos temas nuevos, que habíamos ido descubriendo con la experiencia adquirida con Educambiando y sus familias, sobre todo incluyendo prácticas para aplicar a la crianza de los niños más pequeños. Todo esto lo aplicamos por primera vez en el taller que ofrecimos una vez más en Bacalar. Para mí, esta fue la mejor experiencia de todas hasta el momento. Me sentí muy satisfecha pues ofrecimos un proceso muy claro con un inicio y un fin, y gracias a los cambios, percibimos diferencias también en las familias. Esta vez era más dinámico, había conjunción entre temas y dinámica, logrando una verdadera somatización del aprendizaje y un entendiendo más profundo.
Familias Ágiles se convirtió en Experiencias de Crianza y Aprendizaje, porque sentimos que el modelo se quedó corto, y que con cada mutación hay nuevos entendimientos. Lo que tenemos muy claro siempre es que el día uno es la base, es cuando sucede la conexión y la escucha para saber cuáles son las necesidades de cada grupo. Después es que podemos ofrecer nuestro menú de temas y así se va armando el resto de los días.
Lo más gratificante de estos procesos siempre es la evolución de las personas. Como en el centro de Bacalar, que primero fue Ximballi y luego se convirtió en Amatista. Este es el lugar a donde más hemos ido y hemos podido ver la evolución en los procesos de desescolarización, y como han ido comprendiendo lo que significa acompañar desde el modelo, cómo es que ofrecemos apoyo y contención y sobretodo saber soltar el control. En esta comunidad hasta han creado un consejo, se llaman a ellas mismas las abuelas y se encargan de aconsejar y guiar a las nuevas familias. Siempre que llego a visitarles siento que llego a un lugar donde todas hablamos un mismo lenguaje.
Ahí es donde veo que el modelo para mi es la creación de cultura intencional, donde entra cómo nos comunicamos, cómo tomamos decisiones, cómo nos tratamos, realmente es una forma de cocriar, de compartir la crianza entre el centro y las familias, o entre las mismas familias si no hay un centro. Es creación de cultura desde la micro cultura de la familia hacia afuera, esto lo hace diferente a los entrenamientos de facilitadores, porque ahí es más la creación de la cultura desde el centro hacía las familias.
Y son los resultados de esta creación intencional de la cultura que me llenan de inspiración y de una sensación de saber que estamos caminando por el sendero correcto. Como la historia de un niño que todo el tiempo estuvo fuera de la escuela y luego quiso entrar a la secundaria. Como familia, siempre tuvieron mucha cercanía, y cuando encontraron el modelo, este potenció esas cualidades. Cuando estaba a punto de entrar a la secundaria escolarizada su mamá me contaba lo aterrada que estaba, pero una vez adentro gracias al acompañamiento que siempre recibió se maneja como pez en el agua. Ahora es capaz de navegar en la cultura de la secundaría que es muy diferente a la que vive en casa. Ha podido tomar dodo lo aprendido y aplicarlo en ese contexto, sin dejar que el contexto lo cambie, sin perder su esencia. Ahora usa todas las herramientas aprendidas a su favor, es el jefe de grupo, y a veces actúa como mediador, porque es bueno resolviendo conflictos. Es muy consciente de los procesos que viven las otras personas, esto lo hace ser muy empático y le ayuda a guiarse con una maestría sorprendente.
Es por esta, y tantas otras historias que tengo la fortuna de atestiguar, que agradezco todo el camino recorrido hasta ahora y espero poder seguir contribuyendo a la creación intencional de la cultura día tras día.
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